28 noviembre 2006

Blogs Corporativos (2)

Sigo con el tema de los blogs corporativos. Este tema da para mucho, y el post de hoy es un poco extenso...

En la mesa redonda a la que asistí, dedicada a los "blogs corporativos", se produjo una situación paradójica. Se habló de los blogs o bloggers que hablan sobre las empresas (para criticar o alabar) y sobre los CEOs o directivos de empresas que tienen blogs personales. Pero, desde mi perspectiva, esos no son blogs corporativos, sino blogs personales que hablan sobre las empresas o sobre temas relacionados con algunas empresas. La pregunta clave es ¿se puede hablar de blogs corporativos (uno o varios blogs de la empresa sobre diversos temas o aspectos) o solamente estamos hablando de blogs personales (como los señalados anteriormente)?. Ante mi pregunta a los miembros de la mesa redonda, Fabián Gradolph se manifestó bastante claramente sobre este aspecto, señalando que los blogs son básicamente un fenómeno "personal" y no una expresión corporativa. Incluso nos comentó, en charla particular, que la expresión "blog corporativo" puede ser contradictoria en sí misma (un oxímoron, en clave literaria). Enrique Dans expresó una opinión similar, y señaló que su blog es, en parte, corporativo ya que el Instituto de Empresa le facilita, estimula y ayuda en su tarea de blogear, y que eso contribuye a la imagen del Instituto (aunque en su blog no hay ningún identificación visual (logo, etc.) o link "corporativo" al Instituto de Empresa).

Yo no me quedé muy conforme con las respuestas (no porque no sean correctas, que sí que lo son, puesto que son opiniones personales), sino porque soy un inconformista (aunque algunos me dicen, en realidad, "toca...", je, je). Me parece que estamos reduciendo el uso de una posibilidad tecnológica (una forma de comunicación abierta, pública y en red) a una forma concreta de aplicación (las bitácoras, blogs o diarios personales). En la mesa redonda se señaló que "el mercado es una conversación"... ¿Conversación entre quiénes? ¿Solamente entre los internautas/públicos individuales? ¿O las empresas también participan o deberían participar, con su propia voz, en dicha conversación? ¿Acaso las empresas no son personas? ¿No tienen su propia personalidad y discurso corporativo? ¿Por qué no puede haber una voz/opinión corporativa que se exprese en un blog? En los diarios hay una opinión del diario (la Editorial), más allá de las opiniones personales de los opinólogos que salen en el periódico.

Creo que sí se puede utilizar esta tecnología a nivel corporativo/institucional, para establecer un espacio de diálogo, intercambio (y por que no, debate) sobre diversos temas o cuestiones relevantes, para la empresa o para los públicos. El hecho de que no se haya utilizado hasta ahora no implica que no pueda utilizarse dicha tecnología para establecer espacios de diálogo con los públicos. ¿Por qué no tener un blog vinculado a la sección de "Accionistas/Inversores" de la web, para intercambiar opiniones sobre las cuentas anuales o trimestrales de la empresa? ¿Por qué no tener un blog ligado a la sección de "Sala de Prensa" del site, para generar diálogo fluido con (y entre) los periodistas? ¿Por qué no tener un blog con los consumidores sobre un nuevo producto de la empresa, para escuchar los comentarios sobre el mismo?. Puede ser un blog genérico, o bien blogs específicos sobre temáticas concretas (tal vez esto último es mejor?). Tengo un ejemplo, no sé si es bueno o malo, pero al menos interesante: el MERCO (Monitor Español de Reputación Corporativa) de mi amigo Justo Villafañe tiene su propio website, y también un blog vinculado (aunque a veces no funciona el link y no lo actualizan mucho, je, je). Otro ejemplo: en la web del Instituto de Empresa hay una sección de blogs, en la cual se vinculan los "blogs temáticos" (por ejemplo el de Responsabilidad Corporativa, que yo consulté), que son bastante corporativos, y también los "blogs personales de profesores" (como el de Enrique Dans), menos corporativos.

Como pueden observar, tengo muchas más preguntas (y dudas) que respuestas. ¿Y ustedes, qué opinan de esto? Les propongo un "post colaborativo", je, je. Voy a poner un post agrupando todas las respuestas que me manden sobre las siguientes preguntas y lo iré actualizando cada vez que me envíen diferentes respuestas sobre estos aspectos. Si todos o la mayoría de los que visitan este blog participan y opinan, podemos tener en un corto tiempo un listado interesante de justificaciones acerca de los blogs como herramienta de comunicación corporativa (lo cual a muchos le puede servir para utilizarlos ante su jefe o profesor, je, je):

1) Blogs corporativos ¿sí o no? ¿Qué razones o justificaciones tenemos a favor de utilizar los blogs corporativos como instrumentos de comunicación de las organizaciones? Pueden ser justificaciones generales o específicas para algún público en concreto. Por ejemplo: "los blogs corporativos sirven para disponer de un espacio de diálogo abierto con los públicos".
2) ¿Cuáles son las razones por la que las empresas no utilizan blogs corporativos?. Por ejemplo: "las empresas temen ver publicados en sus espacios web corporativos comentarios negativos o críticas sobre la empresa o sus productos o servicios".
3) Citar ejemplos de blogs corporativos, bien hechos o mal hechos, internos o externos, de empresas u organizaciones en general (con el link). Por ejemplo: "El blog corporativo del MERCO"

Esto se pone interesante. Seguiremos con el tema?

24 noviembre 2006

Blogs Corporativos (1)

Ayer, jueves 23, asistí a una mesa redonda sobre los blogs corporativos, en la que participaban Enrique Dans (del Instituto de Empresa), Fabián Gradolph (del departamento de comunicación externa de IBM), Claudio Bravo (de la consultora Inforpress) y mi buen amigo Hugo Pardo (de la Universidad de Vic).

Surgieron comentarios muy interesantes e ideas muy atractivas. Me gustó la ocurrencia de Enrique sobre el "lenguaje" de las compañías (el "compañés"), los comentarios de Claudio sobre los weblogs internos y la experiencia de Fabián en IBM. Pero sobre todo me encantó la reflexión de Hugo Pardo, que fue más allá del instrumento tecnológico en sí (el blog), para hacer una reflexión sobre la propia cultura de diálogo de las empresas. Dijo que las empresas todavía piensan y actúan con la perspectiva de la web 1.0 (en referencia a una tecnología unidireccional/informativa), mientras que los internautas (y sobre todo los bloggers) piensan y actúan con el enfoque de la web 2.0 (en relación con una tecnología bidireccional/ dialógica/en red).

Me parece que este comentario es el que realmente pone el dedo en la llaga... ¿Están las empresas acostumbradas a exponer su información y su opinión, y poco habituadas a escuchar las opiniones, comentarios o sugerencias de los públicos? La mayoría de las empresas no saben, no pueden o no quieren dialogar abiertamente con sus públicos. Muchos estudios (entre ellos uno realizado por Ángeles Moreno y yo mismo sobre las webs corporativas de las empresas del Ibex-35) señalan que los espacios webs corporativos de la gran mayoría de las empresas no ofrecen herramientas para establecer diálogo con sus públicos, exceptuando el email (aunque habría que comprobar en qué medida este instrumento permite un diálogo franco entre empresa e individuos). ¿Temen las empresas perder el control del diálogo, de los contenidos y de los públicos si ofrecen un espacio abierto, público y de múltiples participantes, como es un blog?

Más allá de todo, quiero darles las gracias a todos los participantes de la mesa redonda, porque han logrado (al menos en mí) lo más importante de una reunión de este tipo: hacerme pensar. Llevo desde ayer por la noche dándole vueltas al tema de los blogs corporativos y me van surgiendo muchísimas ideas y reflexiones. Seguiremos hablando del tema...

21 noviembre 2006

Otra vez en casa...

Ya estoy otra vez en Barcelona, luego de la gira por Chile y Argentina. Este viaje ha sido muy interesante y productivo. En Rosario he estado charlando con estudiantes y docentes de la carrera de Relaciones Públicas de la Universidad de Concepción del Uruguay (delegación Rosario), y estamos armando alguna actividad para el 2007. En Buenos Aires, estuve dialogando un buen rato con mis amigos Federico Rey Lennon, Luis Leo y Adrián Arroyo, para preparar algunos proyectos docentes y de investigación conjuntos. En Córdoba, el equipo de la Escuela de Negocios de la Universidad Siglo 21 (en la foto, aunque falta el "jefe" Roberto Avilia) me trató exquisitamente, como cada vez que visito la ciudad. En esta ciudad, he estado reunido con amigos de Infoxel, una empresa especializada en seguimiento de prensa y publicidad, con quienes comenzaremos a desarrollar un proyecto teórico y práctico sobre el análisis de medios. En Santiago de Chile, además de impartir un seminario en el MBA en Comunicación Estratégica de la Universidad Diego Portales, también hemos avanzado con algunos colegas en el planteamiento de algunos proyectos docentes y de investigación sobre RSE y Comunicación del Patrimonio Cultural.

Así pues, parece que el 2007 vendrá cargado de proyectos académicos y de investigación conjuntos con diferentes universidades argentinas y chilenas.

09 noviembre 2006

On the road again...

Estoy otra vez de gira durante 15 días. Aprovecho el nombre de una clásica canción de mis años mozos (me acuerdo del nombre, pero no del grupo que la interpretaba) para describir mis sensaciones sobre estos viajes transoceánicos para realizar actividades académicas, en los que cada vez acumulo más horas de aeropuertos y aviones (y puntos de Iberia Plus, je, je) que horas de clase efectivas. Lo que significa que me voy haciendo viejo: los viajes se me hacen cada vez más largos, y las estancias cada vez más cortas. Los jet-lags cada vez me duran más. Lo paradójico de todo esto es que, cuando eres joven y puedes disfrutar más, cuando tienes ganas de viajar, cuando no te importa estar un montón de horas en un avión o autobús, cuando duermes en cualquier hotel, hostal o pensión, etc., etc., entonces no te suelen invitar a ningún lado, porque eres joven e inexperto. Sin embargo, a medida que vas haciéndote más viejo, te empiezan a invitar cada vez más, incluso desde los sitios más insospechados (¿la edad da status académico y/o profesional?). Pero es entonces cuando ya no tienes tantas ganas de viajar, ni tanta paciencia en los aeropuertos, ni te acomodas en cualquier parte. En función de este criterio, en la actualidad, a Mozart solamente lo hubieran invitado a dar conciertos a partir de los 50 años, je, je.

Este viaje está motivado principalmente para impartir un curso en Santiago de Chile (17 y 18 de noviembre), en el master MBA de la Escuela de Postgrado de la Universidad Diego Portales. Aprovechando mi viaje a Chile, he realizado una escapada hasta Rosario, donde residen mis padres, para ejercer durante unos días de hijo (es lo que yo denomino "vacaciones totales", je, je, je). Y estaré un día en Buenos Aires (9 de noviembre), para realizar una charla en la carrera de Relaciones Públicas de la Universidad de Morón, que coordina mi buen amigo Luis Leo. Por último, también estaré dos días en la ciudad de Córdoba (14 y 15 de noviembre), participando en diferentes actividades de la Escuela de Postgrado de la Universidad Empresarial Siglo 21.

06 noviembre 2006

Veinte años no es nada...

Volver, con la frente marchita,
las nieves del tiempo platearon mi sien.
Sentir que es un soplo la vida,
que 20 años no es nada...


Hoy escribo desde Rosario, en Argentina, desde la casa de mis padres. El post de hoy no es un texto académico, sino más bien personal. Tiene que ver con sensaciones y emociones. Y, en última instancia, también está relacionado con lo académico/profesional, porque no se pueden desligar las emociones de la forma como se afronta la actividad académica o profesional. Muy por el contrario, están íntimamente ligadas: nos llevamos el trabajo a casa y arrastramos los problemas personales a la oficina. Es normal, somos una unidad. Me resulta divertido cuando te recomiendan que te desenchufes cuando sales del trabajo: ¿cómo se hace eso? ¿Es como un memory stick que lo desconectas del puerto USB cuando terminas de trabajar? Si alguien ha logrado una disociación eficaz de ambos aspectos, por favor que nos de la receta...

Aprovecho la famosa frase del tango Volver (de Gardel y Le Pera, aunque la letra es de este último) para ilustrar un acontecimiento importante para mí. Se refiere a que hoy mismo (6 de noviembre), hace exactamente 20 años, me subía a un avión para irme a estudiar y vivir en España. 20 años!!!!. Como sostenía Einstein, el tiempo es relativo: el tango dice que 20 años no es nada, pero yo les digo que 20 años es mucho tiempo... Un ejemplo: Cuando me fui, a finales de 1986, parecía que no podría haber nada peor que el Plan Austral de Alfonsín, je, je, je...Y ya lo ven...

En mi caso, concretamente, 20 años son media vida. Me vine a Barcelona con 21 años y ahora tengo 41 (en realidad, estoy más cerca de los 42). Yo, particularmente, a diferencia de muchos compatriotas, no me fui por motivos económicos ni ideológico-políticos, sino porque quería ver mundo. Me vine a Europa como sistema de higiene mental. En ese momento no lo sabía, pero luego de reflexionar durante 20 años empiezo tener un poco de perspectiva. Me vine a Barcelona a estudiar el doctorado, pero quizás la verdadera razón era conocer otra gente, ver otras cosas, experimentar otras culturas: en definitiva, tener un punto de vista diferente. Tal vez tenían razón en X-files (Expediente X): tal vez la verdad está ahí fuera. Estar fuera te cambia, aunque no quieras. No me refiero a estar 3 meses de vacaciones en Europa, ejerciendo de turista, viviendo en hoteles, saliendo cada noche como si fuera fin de semana y haciendo 30 carretes de fotos (aunque ahora con las cámaras digitales, las fotos se multiplican hasta el infinito). Hablo de vivir fuera: buscar trabajo, buscar casa, no saber si llegas a final de mes, ir a comprar al supermercado, pagar la luz y el gas, etc. (es decir, pasar delante de la catedral de Barcelona cada día para ir a trabajar, y ni mirarla, como si pasaras delante de la parada de autobús, porque vas pensando en cómo solucionar un determinado problema de la oficina o de tu casa). Vivir en otra cultura te cambia, te da otra perspectiva. No te das cuenta, porque lo vives cada día. Te das cuenta del cambio cuando regresas, cuando caminas por tu antigua ciudad o pueblo, cuando hablas con tus antiguos amigos/amigas, colegas, etc.

No eres ni mejor ni peor, eres simplemente diferente.